lunes, 4 de julio de 2011

“Cuando haya otro gobierno, la confiabilidad en Venezuela aumentará”



"Hay que hablar con mucha claridad a los venezolanos y decirles a que estamos enfrentados. El problema no es sólo ganar una elección, sino como vamos a sacar a nuestro país adelante", señaló Diego Arria en reciente visita a la ciudad de Cumaná donde conversó con los distintos medios de la región.

"En este momento los únicos que saben lo quieren en Venezuela son los presos. Están reclamando derechos específicos mientras el resto de los venezolanos no estamos exigiendo que haya un árbitro electoral en vez de un ministerio de elecciones, que nos entreguen el REP y veamos cuantos fantasmas existen. Muchos dicen que hablar de esta manera es desestimular a los votantes, yo creo que por el contrario, subestimar a los venezolanos es desestimular a los votantes. Hay que decir nuestros obstáculos electorales son monumentales y que debemos prepararnos para enfrentarlos", apuntó.

En este sentido Arria, aseguró que "no podemos seguir vengándonos como fue el caso por cuarenta años contra AD y COPEI. Hay que pensar como gobernar".

Igualmente explicó que sino se atacan los problemas actuales, no tendremos futuro. "Hablar sólo sobre el futuro, escaparnos de la terrible realidad del presente que sino enfrentamos, no tendremos futuro alguno".

Al ser consultado sobre sus aspiraciones políticas contestó que las mismas pertenecen a reunificar a Venezuela. "No se debe seguir permitiendo que la división promovida por el Jefe de Estado siga rasgando el alma nacional. Debemos rescatar las oportunidades que hemos ido perdiendo a la conveniencia nacional y no personal".

"El día que haya otro gobierno, la confiabilidad en Venezuela aumentará dramáticamente"
En otro orden de ideas, el exgobernador de Caracas declaró que "la percepción internacional ante la posibilidad de que el Presidente Chávez no regresara al Gobierno por su enfermedad, mejoró la situación de los bonos de Venezuela en el exterior y disminuyó el riesgo país, lo cual significa que el día que haya un Gobierno -que no sea el presente-, la confiabilidad en Venezuela aumentará dramáticamente".

Diego Arria también conversó con la sociedad civil de Cumaná en un foro realizado en la Cámara de Comercio, titulado "De la confrontación a la reunificación".




miércoles, 28 de abril de 2010

Coferencia "El Federalismo en la Constitución y en la realidad"

Interesante documento anterior al retorno de la democracia. Esta conferencia fue dictada el 16 de mayo de 1983. Recuérdese que el Dr. Alfonsin asumió el 10 de diciembre de aquel año. Refleja los problemas vigentes en aquellos años. Algunos de los cuales se han solucionado, otros permanecen y a otros, lamentablemente hemos regresado.
pueden descargar en formato pdf para una mejor lectura del mismo en el siguiente enlace:
El Federalismo en la Constitución y en la Realidad

Conferencia pronunciada en la Escuela de
Educación Económica y Filosofía de la Libertad
por Carlos A. Sánchez Sañudo el
16 de mayo de 1983.-


La Crisis del federalismo argentino no es una faceta de la crisis de todo el orden social de la Constitución; es una consecuencia inevitable de haber invertido, puesto patas para arriba su orden jurídico-económico, debido a una concepción política equivocada que cree que la sociedad debe ser manejada desde arriba, desde el poder y no funciona desde abajo, desde el ciudadano y sus derechos personales. Error que vemos a diario repetir en la televisión, aunque con los ropajes más diversos. La confusión semántica alimenta la confusión en las ideas y ésta dificulta detectar las causas de los efectos que deseamos hacer desaparecer; es decir, no se puede –simultáneamente- aceptar las causas y rechazar los efectos de éstas.

Creo que una forma de abordar el tema es recordando que en el siglo XVIII, para terminar con las arbitrariedades del absolutismo monárquico, nace el Constitucionalismo liberal propugnando la limitación del poder, pues como dijo más tarde Benjamín Constant: “No es el origen sino la limitación del podre, lo que le impide a éste ser arbitrario”. Y para lograr ese límite se recurrió a tres métodos o expedientes: la división de poderes (el equilibrio entre ellos, el sistema de pesos y contrapesos), el federalismo (la dispersión del poder) y, sobre todo, los derechos individuales. En verdad, creo que los dos primeros son los que equilibran o dispersan el poder, pero los que trazan el límite, el radio del círculo de protección, son los derechos y garantías individuales, preservando la libertad personal contra cualquier voluntad arbitraria, ya fuera de uno, de varios o de todos. Los otros dos, no deben perder de vista este propósito fundamental, que es también el de nuestra Constitución.

Pero veamos el federalismo, que es nuestro tema y que analizaremos desde distintos aspectos. Comenzaremos por el Institucional.

Aspecto Institucional:
Para ello recordemos un trabajo de Einaudi, sobre la Constitución Norteamericana, pero que me parece muy útil para trazar un paralelo con nuestro caso.
En un magnífico artículo de 1944 tendiente a construir no la fracasada “Sociedad de Naciones”, sino los “Estados Unidos de Europa” recuerda Einaudi que los Estados Unidos de América vivieron bajo dos Constituciones: la de 1776, con la que corrió en seguida el peligro de disolverse, y la de 1787 con la que se transformó en un gigante. La primera fue en verdad una confederación de los 13 Estados, conservando cada uno su independencia, su soberanía, su libertad y todo su poder; no era más que un acuerdo entre gobiernos independientes, que delegaban en el General Washington sólo la dirección de las Relaciones Exteriores y sobre todo, la guerra exterior; mientras que en 1787 se constituye la Federación, que es un acto de soberanía del pueblo todo, que crea un nuevo Estado dándole una Constitución que abarca a todos sus habitantes; los antiguos estados se mantienen en una esfera más restringida. La Confederación de 1776 era una “sociedad de Naciones”, la de 1787 constituye una Nación. Lo mismo ocurrió a nosotros en 1853. Antes de esta fecha éramos un conglomerado de provincias, con organizaciones tribales, dependientes de los caprichos de cada caudillo que delegaron en Rosas, las relaciones exteriores y la dirección de la guerra; no había Constitución (1). En 1853 surge una Nación, con gobierno central con poderes diseminados es decir: limitados por el federalismo; y para todos los gobiernos, tanto central como provinciales, la división de poderes en cada uno de ellos; también, sin excepción, los derechos y garantías individuales como limitación del poder, fuera central o local.
En la confederación puesto que es todavía una liga de Estados “Soberanos” se pone a los estados los unos junto a los otros, agudiza las fricciones entre ellos, las multiplica, proclama la voluntad de los unos de no querer adaptarse a la voluntad de los otros, y por ello crecen las oportunidades de guerra (la verdad es que eso es lo que ocurrió en Estados Unidos hasta 1787, entre nosotros hasta 1853 y en Europa luego de 1918, como decía Einaudi).

La Federación:
Mientras que en la Federación los organismos superiores, parlamento y gobierno, no pueden ser elegidos por los estados soberanos individuales, sino por los ciudadanos de la federación toda. Los Estados quedan soberanos en todas las cuestiones no delegadas expresamente en la federación, pero dentro de los límites de ésta no hay barreras aduaneras, hay una ciudadanía única y –la cooperación- los intercambios en bienes y servicios entre personas son plenamente libres (derechos civiles).
Bien, nuestra Constitución de 1853 estableció precisamente la abolición de las barreras aduaneras en sus artículos 9, 10, 11 y 12, constituyendo su artículo 14 (2) y los restantes de la parte pétrea (3), los límites, no a uno, sino a los tres poderes, al establecer las libertades civiles que son la savia indispensable para que la Nación sea, no una promesa sino una realidad. Y esos límites, repito, son para todos los gobiernos, tanto para el central como para los provinciales, pues de poco serviría el federalismo, si los derechos de los gobernados fueran conculcados por el gobierno local en lugar del nacional (ver artículos 5º y 8º de la Constitución) (4).

El Federalismo de 1853
En suma, la Federación de la divisa punzó, antes de Caseros, era en realidad una Confederación, donde los derechos personales (5) brillaban por su ausencia; luego de 1853, se constitucionaliza el Federalismo –igual vocablo pero de distinta esencia- que, al garantizar los derechos de todos los habitantes (no sólo de los ciudadanos) organiza la sociedad nacional y provincial, ambas, desde abajo, desde el habitante y sus derechos personales, ya no más desde arriba, desde el poder y los funcionarios que lo representan, sean provinciales o nacionales. Ese fue el gran cambio, con el mismo nombre de federalismo, pero que insertó a éste en otro contexto opuesto, en el de la concepción y filosofía de la libertad; surgió así un trípode, cuyas patas son el orden jurídico, el económico y el político, que sustentan la filosofía de la libertad y la moral, de las cuales, a su vez, dimanan. El federalismo de 1853 es el verdadero, el que coadyuva a una causa superior: la limitación del poder para que el ciudadano tenga garantía en sus derechos y la sociedad defesa legal contra el autoritarismo, que es el que abre el camino al totalitarismo.

Aspecto Económico:
Como señala Ludwing von Mises resulta una incongruencia de quienes proclaman la necesidad del federalismo y al mismo tiempo adhieren al estatismo e intervencionismo económico –para efectuar la tan mentada “redistribución” supuestamente “solidaria”- porque están prometiendo una evidente imposibilidad, construyendo una nueva frustración.
Pues, aunque se declame el federalismo, el dirigismo económico debe ser central y consecuentemente en detrimento de la autarquía provincial. Y ello, es debido a que la Argentina, toda, constituye una unidad económica, con un sistema monetario uniforme, con libre movilidad de bienes, de capitales y de personas entre las provincias (la prueba está en que la mayoría de nosotros desconoce dónde está con precisión cada límite interprovincial; y es porque no lo necesita), (artículos 5º, 8º y 9º de la Constitución Nacional). En un país así organizado según el artículo 1º (6) los que consideran que el Estado debe intervenir en la economía, deben hacerlo necesariamente a través del gobierno central, pues si cada provincia tuviera libertad para controlar la economía según su propio criterio, se desintegraría la Nación en su unidad como mercado (y en el orden jurídico que este requiere), esto es, se volvería a la etapa anterior a 1853, en que existían barreras aduaneras y autonomía monetaria provinciales. Es que está implícito en la naturaleza del dirigismo económico, moverse hacia la centralización extrema, pues un control trae a otro control, como lo hemos padecido y padecemos.
Resulta evidente que las autonomías provinciales garantizadas por la Constitución, sólo pueden ser una realidad, bajo un sistema de libertad económica o economía de mercado. Al votar por el control gubernamental de la economía, los electores lo hacen implícitamente –aunque tal vez sin saberlo- por una mayor centralización y consecuente delegación de los poderes provinciales. En tal caso –como hoy nos ocurre- el federalismo es meramente declamatorio. Es ésta una nueva comprobación de que el orden jurídico contrario a la arbitrariedad, no funciona con cualquier sistema económico como muchos equivocadamente creen. Aquel orden jurídico sólo puede coexistir con la economía también en libertad. Muchos juristas se han perdido en esa confusión económica y viceversa. Así la economía ha ignorado al derecho, y la política a ambos. El caos ha sido y es así inevitable.

El poder Omnímodo
Porque quienes hicieron nuestra Constitución jamás soñaron con un sistema de gobierno bajo el cual las autoridades tuvieran que fijar los precios del pan, de la fruta, de los salarios, de las divisas, del interés, etc. actualizándolos permanentemente. Ellos comprendieron claramente –como Alberdi lo enseñó reiteradamente, casi con desesperación- que el control estatal de la economía es incompatible con cualquier forma de gobierno republicano y menos aún democrático. Pues si al poder político se agrega el económico, estamos ante el poder omnímodo que es la negación del federalismo, de los derechos e incluso de la democracia; solo el liberalismo, que es la doctrina de la limitación del poder, puede poner coto a tales extravíos. Bien decía Karl Popper que “aquellos que consideran que es la emoción y no la razón la que debe gobernar a los pueblos, le abren las puertas a los que gobiernan con la fuerza.” No es casual –dice Mises- que los países socialistas estén gobernados de manera totalitaria. En un sistema dirigista –que aunque se diga “democrático” es autoritario- los parlamentos no puedan ser otra cosa que asambleas de “hombres-si”, sigue Mises. Y ello ocurre no porque sus integrantes carezcan de condiciones personales, sino porque las innumerables tareas de control minucioso, de precios, de intereses, etc., características de las llamadas planificaciones, desborda los límites de la capacidad, del tiempo y de la información requerida imposible de obtener para examinar detenidamente tales cuestiones. No les queda otra opción que confiar en el “proyecto” y votar en bloque su aprobación, o delegar en la administración pública crecientes facultades de control y decisión, que han originado el progresivo autoritarismo, creador de la incertidumbre paralizante.
Así arbitrariedad no es ya producto de la mayoría ni de sus representantes, sino de la burocracia, que es más entusiasta sostenedora de los ilimitados poderes que ellos ejercitarán en la “llamada democracia ilimitada”, como dice Hayek en su monumental obra, con sus consertaciones y planificaciones “indicativas” o “democráticas”, imposibles de realizar.

El Aspecto Político
El origen de este descalabro se debe a la concepción política equivocada según la cual la sociedad debe ser manejada desde arriba, desde el poder, es decir, todo lo contrario a la esencia de nuestra Constitución de 1853.
El Dr. Julio Cueto Rúa en un artículo en “La prensa” del 29-9-1979 señaló el grave problema que implica el centralismo de los Partidos políticos nacionales, en particular del radicalismo y del peronismo, que minimizaron la política provincial y contribuyeron a la excesiva concentración de poderes en el gobierno de la nación, operados unitariamente desde la Capital de la República.
La verdad es que para 1910 los grupos patricios provinciales que habían logrado la organización del país, consolidado la unión nacional y puesto en marcha el progreso acelerado que mostró en el Centenario de Mayo una Nación pujante y de una capacidad creadora admirable, esos grupos de los cuales surgieron Roca, Avellaneda, etc., fueron reemplazados por una fuerza social de ascendencia inmigratoria que encontró en el radicalismo de Alem a Yrigoyen una forma de canalizar sus ansias e inquietudes, pensando –sin advertirlo- más en el corto plazo que en el largo plazo. Yo diría que se comenzó a pensar más en hombres que en los principios y doctrinas, en la fuerza del grupo antes que en los derechos de la persona; en una palabra, en la falsa interpretación de las instituciones, anteponiendo la política al orden social, es decir, politizando tanto la economía como el derecho, con lo cual no queda progresivamente ni la una ni la otra. La Unión Cívica Radical surgió como una fuerza de definidos propósitos de alcance nacional; no levantó banderas autonomistas. En sus comienzos hizo de la Capital Federal el epicentro de sus actividades y el eje de toda una concepción política dirigida a provocar el cambio profundo de la distribución y el goce del poder político mediante su concentración en manos de la Nación (poder central). En su primer gobierno el Presidente Yrigoyen avasalló en pocos meses la casi totalidad de las autonomías provinciales; creo que intervino 20 veces a 14 provincias, con lo que obviamente se pasaron a cumplir las directivas impartidas desde el comando nacional partidario instalado en la Capital Federal.
Los gobernadores, que en el último tercio del siglo pasado habían tenido influencia en el juego de la política y en la designación de presidente, perdieron su influencia. En las provincias prevaleció la voz del dirigente partidario amigo del Presidente, -bien ubicado en la Capital Federal,- antes que el dirigente local. El amigo de don Hipólito no tardó en llegar a la presidencia del comité del partido provincial, contando, en los hechos con tanto o más poder que el gobernador. Por último, el comité nacional llegó a dominar los comités provinciales y consecuentemente todo el proceso de selección de los candidatos a gobernador y demás autoridades provinciales.
La organización de la Unión Cívica Radical se superpuso, en cierta medida, a la organización federal de gobierno; pero fue su concepción política del manejo de la sociedad desde el poder (estatismo e intervencionismo económico, planificación y justicia social) lo que terminó por constituir un aparato de poder despreocupado de las potestades autónomas de las provincias, y de las verdaderas libertades civiles.

La Centralización Peronista – El Sindicalismo Autoritario
En 1943 del autoritarismo pasamos al totalitarismo, que ignoró definitivamente las autonomías provinciales, quedando del federalismo solo en nombre. La organización política nacional se completó con el sindicalismo verticalista, provocándose el “vaciamiento” de las autonomías provinciales.
Desde la Capital Federal se regulaba el más mínimo detalle de la vida partidaria en el interior: los candidatos a intendente, a concejales, a consejeros escolares; las provincias estuvieron condenadas a una actitud pasiva; esperar órdenes del “Comando nacional”. Además, simultáneamente se produjo una singular mezcla de partido y gobierno, siendo difícil percibir donde terminaba uno y empezaba el otro. Todo dependía de la autoridad central. Así –vía un centralismo económico que destruyó el orden jurídico- se aniquiló políticamente el federalismo argentino, lo cual se reflejó en el macrocefalismo porteño.
Pero lo peor es que en esta falsa democracia ilimitada –alabada hoy prácticamente por todos- al no haber límites, no hay forma concreta para los partidos democráticos de filtrar a los totalitarios, camuflados de autoritarios solidaristas, ni tampoco dentro de éstos de cómo defender las autoridades provincianas frente a la voluntad del aparato sindical piramidal, que es una organización grupal (7) antitética con la personal de nuestra Constitución.. El tiempo nos impide profundizar este importante tema.

Las empresas del Estado y el Federalismo.
Y por último, no lo menos importante. Uno se los instrumentos para concentrar el poder político y económico en detrimento de las provincias, son las empresas estatales nacionales. Porque cada empresa nacional exhibe un poder económico financiero, potencial y técnico que empalidece la posición y la función de las provincias en que opera. Un ejemplo muy ilustrativo: el presupuesto de YPF en 1979 (8) era el equivalente al de 20 provincias argentinas, con excepción de cuatro, Córdoba, Mendoza, Santa Fé y Buenos Aires. Evidentemente, la magnitud de sus recursos financieros, tienen la significación de una presencia políticamente predominante, excepcional en cada provincia (9).
Las autoridades federales y provinciales quedan aisladas de este esquema funcional de las empresas nacionales. Los planes de acción de éstas se definen en Buenos Aires, en estrecho contacto con los ministros nacionales de economía, de energía, de comunicaciones, de transporte y del banco Central. La única influencia que pueden tener las autoridades provinciales sobre esas empresas son sólo a través de los vínculos personales que le abran las puertas de los despachos ministeriales o de las direcciones de las empresas estatales. Se ha soslayado la intervención de las provincias, en las decisiones técnicas y en las económicas. Se ha perdido así el equilibrio político, o la distribución de ese poder que tiene por objeto precisamente el federalismo de la Constitución.
En esta última década la producción insuficiente e ineficiente de bienes y servicios de máxima complementariedad de las empresas del Estado, ha contribuido a encarecer la producción. Los déficits de dichas empresas han impulsado la inflación, incrementado la deuda externa y elevado la tasa de intereses, en lo interno. Tales dificultades económicas provocadas por el poder central han aumentado la dependencia de las provincias de aquel poder, hasta llegar al caos actual.
Con la estatización de los servicios públicos, la nacionalización de los recursos naturales (10) y la constitución de empresas con dineros públicos se logró la centralización del poder político y económico y, lamentablemente, con el apoyo entusiasta de los representantes provinciales en el Senado y en la Cámara de Diputados, de quienes cabía aguardar una celosa defensa de los fueros de las provincias que los había designado. La ideología superó a la autonomía regional. Es ésta una causa adicional en pro de la privatización (11). Ante la megalomanía política, la única defensa del federalismo está en el límite jurídico-económico de nuestra Constitución liberal, según la interpretaron sus redactores, no sus tergiversadores.
El federalismo está enfermo, en coma, y jamás saldrá de ella mientras se mantenga el enfoque político e inconstitucional “redistribucionista”, el pretender manejar la sociedad desde el poder. Porque como decía Alberdi “Nos han organizado no la libertad, sino sus trabas”. Por eso, agregamos, estamos trabados, atascados, aplastados por un Estado megalómano y súper dimensionado, imposible de manejar por cualquier gobierno, civil o militar, electo o de facto. La consecuencia inevitable es la de recoger tres amargos frutos: disminuir el nivel de vida de todos, aumentar las desigualdades (que se declama reducir) y restringir la libertad. Y esto es la antítesis de nuestra Constitución, Republicana, representativa y Federal.

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Y como comenzamos esta conferencia afirmando que la crisis del Federalismo es una faceta de la crisis de todo el orden social de la Constitución, puede resultar útil referirnos muy brevemente a “Nuestras crisis reiteradas y sus soluciones”

Nuestras crisis reiteradas y sus soluciones

En estos tiempos de confusión realimentada que vivimos, un grupo de jóvenes me solicitó que escribiera en dos páginas las causas de nuestras veintiséis reiteradas; el intento fue el que se transcribe a continuación:

Consideramos que hay leyes de tres tipos:

Causas políticas
A partir de 1916, contemporáneamente con la ley Sáenz Peña (y no necesariamente por ella) se cambió la interpretación de las instituciones políticas, subordinándose la primacía de “los derechos y garantías” a la “voluntad de la mayoría”. Ello significó invertir la concepción de que la sociedad se organiza desde abajo por los derechos mencionados (con sus consecuencias jurídicas y económicas) por lo que debe ser manejada desde el poder y lo funcionarios que lo representan. Son dos concepciones opuestas del orden social, que importan dos estilos, niveles y calidades de vida diferentes; en el segundo caso (la democracia ilimitada, del número, social, etcétera), dicho estilo en realidad puede ser cualquiera, el que establece el gobierno de turno. De ahí la inestabilidad social y, en consecuencia, política e institucional) es decir el péndulo que hemos vivido.

De carácter jurídico
En las últimas décadas distintas causas han contribuido a debilitar la defensa que el orden jurídico significaba ante la arbitrariedad, ya sea de uno, de muchos o de todos, en particular del poder, que ha sido el problema de siempre. Algunas escuelas de jurisprudencia ha contribuido a ello: el concepto de la justicia social, oponiéndose al tradicional de justicia; el concepto de derechos sociales, llenando, diluyendo o anulando a los individuales; el positivismo legal que interpreta que “la ley no depende de la justicia, sino que determina lo que es justo”. Y esto y otros supuestamente modernos conceptos han contribuido a que, en las últimas décadas, con el argumento del estado de “necesidad” y la de ampliación del concepto “de poder de policía”, se han ido abriendo fisuras, cuando no boquetes, en la muralla defensiva contra la arbitrariedad (que es la “licencia” que necesita la democracia ilimitada para sacrificar derechos personales en aras de privilegios grupales para la recolección de votos). El poder de decisión pasó así progresivamente de los gobernados a los gobernantes, los derechos se transformaron en meras concesiones, y terminamos en un Estado redistribuidos (justicia social o redistributiva) y súper dimensionado, que ha aplastado al país.
El concepto de sufragio también se ha modificado: de construir un derecho para elegir funcionarios que nos garanticen los derechos de cada uno, abajo, en la sociedad, se ha transformado en el “instrumento” para elegir representantes de los grupos para que les acuerden privilegio, arriba en el poder y a través del poder, a costa de la sociedad. La representatividad ha cambiado así también de motivación y objeto, no siendo ya éste el contribuir al bienestar general, sino al sectorial o grupal, transformando las aspiraciones legítimas de las personas, en irreconciliables de los grupos.

La economía
Esa tergiversación política y luego jurídica mencionada ha abierto las puertas a la “politización de la economía”, esto es, a la sustitución por decisiones políticas arbitrarias, del orden social imparcial e impersonal del mercado institucionalizado, esto es, moneda sana, precios libres e intercambios voluntarios, es decir, sin intervencionismo ni estatismo. Porque tal intervencionismo debilita las garantías, dificulta el progreso, facilita y vigoriza la inmoralidad y es, en suma, un suicidio político; de ahí la discontinuidad e inestabilidad política, originada por el desorden social y la frustración ciudadana.

El orden moral
Las tres deformaciones precedentemente señaladas impiden la vigencia de un orden moral. Pues la crisis de este orden ha sido, si no originada, por lo menos sensiblemente agravada por el premio a la inmoralidad que entrañan las tres casusas anteriores. Porque el “anti-sistema” en que vivimos, antijurídico, antieconómico, e inmoral, “libera de la responsabilidad” y crea la inseguridad y desconfianza que impide la colaboración voluntaria, desintegrando la sociedad, por lo que muchos –o la mayoría- tratan de lograr a expensas de los demás, canonjías (12) y prebendas para sí. Y en esta lucha no triunfa el que mejor sirve a la sociedad sino el que tenga más astucia para sonsacar favores o más influencia para imponer sus intereses. El intervencionismo es, pues, el caído cultivo donde se perfeccionan las imperfecciones humanas, primero de gobernantes y luego de gobernados; es la matriz de la corrupción. Este es el resultado de haber entronizado la filosofía grupal, en reemplazo de la individual que preside nuestra Constitución. Por eso también afirmamos que hoy la economía ignora al derecho, y la política a ambos; el resultado es el tembladeral en que estamos divididos, empobrecidos y confundidos.

La Constitución
El caos anterior ha sido “institucionalizado” mediante la más diversas interpretaciones de la Constitución, por todos declamada y por ninguna respetada. Y con este sutil procedimiento –de exigirla a todos, pero con distintas interpretaciones- han logrado que la gente se acostumbre a creer que sirve para cualquier cosa, lo que equivale a que no sirva para nada, que en el fondo es lo que se pretende, para eludir los precisos límites que ella impone. Así surgieron los intersticios y la ·inflación y devaluación” de la ley legal, pero ilegítima, que construyó la actual descomunal dimensión del Estado. Esto, además, es volver al gobierno de los hombres, no de la ley.
Si durante la organización Nacional necesitamos la Constitución según la interpretaron sus redactores para salir de la miseria del atraso y alcanzar el progreso y la unión nacional, hoy la necesitamos por las mismas causas, pero, además, porque el país no puede volver de ninguna manera a 1973.
Corremos hoy el riesgo de reconocer dos procesos simultáneos –en el supuesto caso que se intente y con el tremendo esfuerzo que ello requerirá- contemporáneo con otro proceso “pacífico”, que debido al “sistema” vigente (democracia social o ilimitada), inexorablemente nos retornara al punto de partida. Porque la República Liberal –que es la que ordena nuestra Constitución- no puede prosperar con las reglas de juego de la demagogia social, del número, ilimitada o del “doping”, en la que la falta de límite otorga enormes ventaja al que más miente, engaña, exacerba pasiones, sentimientos y resentimientos que luego hacen imposible la vida civilizada. Los partidos políticos bien intencionados legalizarán con su presencia su sistema ilegítimo; es más, contribuirán a construir el tablado para que se represente, no la zarzuela de la libertad, sino la danza macabra del populismo, antesala del totalitarismo.
Por eso la República está desintegrada y descreída. Lo grave es que parecería que esta tristísima experiencia no hubiera dejado ninguna enseñanza. La que hoy se propone para 1984 –como lo previó Orwell (13)- es la misma “leucemia” política que nos ha postrado, esto es, la “democracia ilimitada” (13) que, al pretender manejar la sociedad desde arriba, destruye necesariamente el orden social de la libertad que hoy requiere una sociedad moderna industrial y tecnológica, con poblaciones en constante aumento y expectativa creciente. Esta es la causa de la inestabilidad política y el péndulo que en vano se intenta conjurar mediante una concertación y acuerdo, que incluso puede significar a los gobernantes electos, la garantía de una futura impunidad. Debemos entender definitivamente que la “única concentración” indispensable es la “correcta interpretación” de nuestra sabia Constitución según la establecieron sus redactores hoy por casi todos invocada y simultáneamente ignorada, que es la mejor forma de denigrar un sistema sin aplicarlo. Y esa correcta interpretación es el “gran acuerdo jurídico-económico” indispensable hoy para poder llegar a las elecciones, y realizadas estas, lograr la ansiada estabilidad política o institucional.

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Notas:
(1) Se refiere al momento en que Juan Manuel de Rosas gobernaba la Provincia de Buenos Aires. Hubo dos constituciones anteriores a la de 1853; las unitarias de 1816 y 1826 que por su carácter unitario (poder centralizado) no tuvieron éxito. Sobre todo la primera de 1816 que no fue siquiera aplicada. La de 1826 dio la presidencia de Rivadavia. (Nota del transcriptor).
(2) Artículo 9 Constitución Nacional: “En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso.” Art. 10- “En el interior de la República es libre de derechos la circulación de los efectos de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros y mercancías de todas clases, despachadas en las aduanas exteriores.” Art. 11- “Los artículos de producción o fabricación nacional o extranjera, así como los ganados de toda especie, que pasen por territorio de una provincia a otra, serán libres de los derechos llamados de tránsito, siéndolo también los carruajes, buques o bestias en que se transporten; y ningún otro derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera que sea su denominación, por el hecho de transitar el territorio.” Art. 12- “Los buques destinados de una provincia a otra, no serán obligados a entrar, anclar y pagar derechos por causa de tránsito; sin que en ningún caso puedan concederse preferencias a un puerto respecto de otro, por medio de leyes o reglamentos de comercio.” (Nota del transcriptor).
(3) Parte pétrea, esto es aquellos artículos que no pueden ser eliminados, suprimidos, modificados; en no pueden ser “tocados” en un reforma constitucional. Son las declaraciones, Derechos y Garantías establecidos en la primera parte de la Constitución Nacional. (Nota del transcriptor).
(4) Art. 5: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones, el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.” Art. 8: “Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de los criminales es de obligación recíproca entre todas las provincias”. (Nota del transcriptor).
(5) Derechos personales hoy conocidos también como “Derechos Humanos”. (Nota del transcriptor).
(6) Art. 1: “La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la presente Constitución”. (Nota del transcriptor).
(7) La organización sindical Argentina es de corte fascista. (Nota del transcriptor).
(8) Y.P.F. “Yacimientos Petrolíferos Fiscales”. Empresa estatal que fue privatizada hacia la década de 1990. No confundir con YPF ni con Repsol-YPF que son sociedades posteriores al hecho que en la conferencia se menciona. (Nota del transcriptor).
(9) En el momento en que se dicto esta conferencia (16/5/1983) Aún no se había provincializado el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Actual Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) que sucederá recién en 1991. Tampoco era Ciudad Autónoma la Ciudad de Buenos Aires como lo es hoy además de Capital Federal hasta que se traslade a otra. (Nota del transcriptor).
(10) El reconocimiento expreso que le dio la reforma constitucional de 1994 sobre la propiedad de los recursos naturales a las provincias que los posean es un adelanto para evitar ese avasallamiento al federalismo ya que son las provincias las dueñas de los recursos naturales que dentro de sus territorios se encuentren. (Nota del transcriptor).
(11) Proceso este que en gran medida se dio en la década de 1990 con la privatización y concesión de dichas empresas. Pero que hoy desgraciadamente se pretende retroceder con casos como el de Aerolíneas Argentinas (que ya presenta pérdidas millonarias diarias) o la empresa de servicios de agua y cloacas: Aysa. (Nota del transcriptor).
(12) Canonjías: femenino. Coloquial. Empleo de poco trabajo y bastante provecho. (Nota del transcriptor).
(13) En el libro de su autoría: 1984. (Nota del transcriptor).
(13) “Democracia Ilimitada”: En el sentido de no aceptar los límites que establece la Constitución Nacional. Los frenos y contrapesos entre los poderes del Estado, las limitaciones de la injerencia del Gobierno / Estado en el ámbito particular; el estatismo dirigista, el avasallamiento del poder central sobre el provincial, etc. (Nota del transcriptor).

“Asegurar la libertar una vez por todas es la misma utopía que perseguían los alquimistas: comer una sola vez para siempre. Si la libertad y el orden no se defienden todos los días un poco, por la naturaleza de las cosas se vivirá de ayunos y atracones, de despotismos y revueltas”.

Agustín Álvarez.

martes, 20 de octubre de 2009

Articulos: El Tyrano Attico

“Es preciso preferir el soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos” (Aristóteles, Política, III, XI).

La tiranía griega, según Aristóteles, era el gobierno de una sola persona, que reinaba como señor absoluto sobre el Estado, 1
¿De donde vinieron los tiranos o cómo podían llegar al poder? Podríamos contestar a estas preguntas, siempre actuales, a la manera de un sorites euclídico, porque la tiranía griega nacía siempre donde abundan los cerros y las montañas, 2 estos lugares, según la opinión del pensador griego, favorecían a la oligarquía y, donde existe este régimen, habrá siempre suficientes ignorantes que hacen y no saben por qué lo hacen, 3 preparando de esta manera una situación anárquica, que a su vez, según Pitágoras, abre justamente 4 las puertas para un demagogo que siempre está presente allí, donde la ley ya perdió la soberanía. 5
En la antigua Grecia nunca faltaba un demagogo que, al llegar al poder, precisamente por la ignorancia y debilidad del pueblo, se transformaba automáticamente en tirano, que según la acertada observación de M.T. Cicerón, no puede tener ni lealtad, ni afecto. Solo tiene la desconfianza y la inquietud, semillas de la crueldad, cuyo hermano es el olímpico odio. 6
Durante cuarenta y dos años ejerció Dionysio la tiranía en Siracusa, antes hermosa y floreciente ciudad griega, en Sicilia.
Dícese, que en esta ciudad existía solamente dos encarcelados: El pueblo y el mismo tirano Dionysio, pues este hombre, como nos refiere Cicerón, 7 no se fiaba de nadie en Siracusa y para su custodia personal, elegía a extranjeros, seleccionados entre los rebeldes esclavos de las familias patricias. Ese mismo acto también confirmaba la tiranía en su gobierno, pues el rey, electo por el pueblo, suele tener guardia de ciudadanos, para defender la vida de los extranjeros, mientras el tirano hace todo al revés, pues él tiene guardia de extranjeros, para protegerse de sus propios súbditos.
Dionysio, temido por todos, temía a todos, y por esta razón, él mismo era un cautivo más en su esclavizada patria. 8 Era el solitario en el interior de su castillo, que más bien parecía una cárcel y fortaleza, que palacio.
Encerrábase allí y, para no arriesgar su cuello a la navaja del barbero, se hacía afeitar por sus propias hijitas: pero, cuando las princesitas ya fueron adultas, creció con ellas también su desconfianza y, por ello, quitó de sus manos la navaja y les enseñó a rizar sus barbas y cabellos con un hierro caliente que no tenía ni filo ni punta, sino que era redondo y romo.
Su lecho estaba rodeado de un amplio foso y, para llegar a él, echaba un puentecillo de madera que era levantado después de cerrar su doble puerta. Cuando se dirigía al pueblo, hablaba siempre desde una torre alta e inaccesible. Dionysio era, por excelencia, la misma desconfianza, vestida con la toga púrpura de la crueldad.
Un día, mientras se dedicaba en el patio de su palacio al ejercicio del juego de pelota, entregó a su joven secretario, a quien quería mucho, su espada y su túnica. Uno de sus parientes le advirtió, diciendo con una sonrisa: “¡Dionysio! ¡Al entregar tu espada ahora a este muchacho, le has confiado tu vida!” A lo cual contestó el joven con una sonrisa. Pero, las risas se transformaron en el acto en lágrimas, porque Dionysio mandó a los dos inmediatamente desde el patio del juego directamente al patíbulo. A su pariente, porque había descubierto un camino seguro para matarle con facilidad; y al secretario, porque cometió la imprudencia fatal de aprobar las palabras del otro con su cara risueña.
El genio de Cartago sostiene que el tirano sólo por la voluntad de Dios puede señorear sobre la tierra. 9 A su vez, los antiguos pobladores del Ática, opinaban de otra manera y estaban convencidos que los Dioses sólo toleraban a los tiranos hasta que la resistencia de los esclavizados pudiera acabar con ellos. Consideraban los antiguos que, conceder la soberanía de una sola persona, es hacer omnipotente al hombre y despertar al mismo tiempo la bestia 10 que amenaza no solo la riqueza de pocos, sino la libertad que pertenece a todos. 11 Por esa razón, opinaban los helenos que el tirano no podía ser justo y por ello ni útil, ni honesto, sino al contrario, violador de las leyes, ladrón de la soberanía, y verdugo del pueblo. 12
Dice Aristóteles, que en todos los hombres el amor a la libertad nace del principio de que el corazón es imperioso y no quiere someterse jamás. 13 De ahí, surge son fuerza tempestuosa la rebeldía que llama a un pueblo entero para defender la libertad.
Los filósofos, 13’ que estaban convencidos que, si el rey de las abejas no tiene dardo, entonces el tirano también puede tener por lo menos oído. Por ello, se contentaban con aplacar la ira de éstos, por medio de buenos, pero impotentes consejos. Uno le advertía a un tirano que “admirable es disponer de todo y sin embargo no desear nada”. 14 Polibio consideraba cuán feliz es el poderoso, pero que sería doblemente feliz, si pudiera dejar el poder. 15 Pytaco recomendaba a un cruel iracundo que el perdón es mejor que el arrepentimiento, y Períandro advertía a otro, que en vez de tener guardia costosa, sería mejor protegerse con el manto sagrado de la benevolencia. 16
Las recomendaciones de los sabios jamás surtieron efecto porque los tiranos no suelen renunciar; quizás por la causa que Jason nos cuenta, diciendo que el tirano se moriría de miseria, si cesara de gobernar, ya que no había aprendido a vivir como simple particular. 17
Por esta razón, la tiranía en Grécia, siempre tuvo que ser derrocada con violencia. Largo sería el luctuoso fin de los tiranos en Ática: sólo cabe recordad aquí el caso heróico y al par tragicómico de Zenón de Elea quien, según nos informa Hercalidas en el Epítome de Satyro, en su intento de asesinar al tirano Nearco, fue aprehendido y llevado ante éste. Al ser interrogado sobre la identidad de los demás conjurados Zenón, con el índice acusador señaló a uno por uno a los amigos del tirano, que estaban a su alrededor.
El sorprendido Nearco los mandó inmediatamente al suplicio y, al quedar solos, le preguntó a su cautivo Zenón, si podía decir todavía algo más. “Si –le contestó este- pero lo que tengo que decirte, es tan reservado que puedo susurrártelo únicamente a tus oídos.” El tirano Nearco se inclinó entonces adelante, y Zenón tomo la oreja de éste con sus dientes, y no la soltó hasta que lo acribillaron a estocadas los otros conjurados. 18 Zenón con su método hizo escuela y así, Aristogitón, auxiliado por Hermodio en la misma forma, libró a Atenas del tirano Hippías, el hijo de Pisistrates. 19
El temperamento rebelde del griego antiguo concedió solamente poco tiempo para un tirano. Quizás, por ello, cuando preguntaron a Thales, que es la cosa más rara en Grecia, él contestó: “¡El tirano viejo!”
Multus timeat, quem multi timent! (al que temen muchos, debe cuidarse de muchos), dice la sentencia de Syrus Publius, y, entre los muchos jamás faltan algunos valientes que preferirían la alternativa, matar al tirano, o morir bien, evitando el peligro de vivir mal. 21 Sabían luchar por la libertad de su pueblo y si tenían que morir, seguramente pensaron lo mismo que dijo el inmortal Cicerón:
“La suerte de mi Patria, después de mi muerte, no me preocupará menos que en este momento de angustia, cuando todavía tengo mi vida, que en cualquier momento puedo ofrecer por ella”. 22

NOTAS:
1. Aristóteles, Política, III, 5. La tiranía es una monarquía que solo tiene por fin el interés personal del monarca… la tiranía, como acabo de decir, es el gobierno de uno solo, que reina como señor sobre la asociación política
2. Idem ut supra, Política, IV, 10. …en cuanto a los medios de defensa, la naturaleza y la utilidad de emplazamiento varían según las constituciones. Una ciudad situada en lo alto conviene a la oligarquía y a la monarquía; la democracia prefiere para esto la llanura. La aristocracia desecha todas estas posiciones y se acomoda más bien en alguna altura fortificada…
3. San Agustín, De Civitates Dei., VI, II (cit. Séneca).
4. Jamblichos, Pythagoras, XXX, 175. “…katholou de conto dein hypolambánein médenai médèn einai meidzon kakón anarkhías, ou gar pephoukénai tòn anthropon diasodzesthai médenòs epistatountos”. (La cosa peor es la anarquía, pues el hombre podría de acuerdo a su naturaleza, ni siquiera sobrevivir si no tuviera alguien, que estuviere sobre el mismo).
5. Aristóteles, Política, VI, 4. En efecto, en las democracias, en que la ley gobierna, no hay demagogos, sino que corre a cargo de ciudadanos más respetados la dirección del gobierno. Los demagogos sólo aparecen allí, donde la ley ha perdido la soberanía.
6. M.T, Cicero, Lael de omit., XV. “Haec est tyrannorum vita, nimirum, in qua nulla fides, nulla charidad, nulla stabilis benevolentiae potest ese fiducia: omnia sempre suspecta, atque sollicita, nullus locus amititiae.”
7. M.T. Cicero, Cuest. Tusc, V
8. Los hombres, cautivos de la guerra, a los cuales –según Florentino- el jefe del ejército quería conservar para realizar trabajos, eran los consevi o brevemente servi o servus, en castellano siervo. También estaba muy en boga la palabra esclavo, cuya historia es la siguiente: Cuando los Otones ocuparon Sclavonia, hoy conocida con el nombre de Croacia, privaron a todos sus habitantes –llamados Sclavi- de la libertad. Desde entonces en adelante, semejante acto todavía se llama esclavizar a un pueblo, cuyos habitantes conservan al victorioso con vida solamente para que trabaje: pues… “¡el siervo sirve para servir,”
9. San Agustín, De Civ. Dei., V, 19.
10. Aristóteles, Política, III, II. Pedir soberanía para una persona, para un rey es hacer soberanos al hombre y a la bestia; porque los atractivos del instinto y las pasiones del corazón corrompen a los hombres cuando están en el poder, hasta a los mejores; la ley, por el contrario, es la inteligencia, sin las ciegas paciones.
11.Aristoteles, Política, III, 5. …la riqueza pertenece a pocos, pero la libertad a todos. Estas son las causas de las disensiones políticas entre ricos y pobres.
12. Idem, ut upra, III, II
13. Idem, ut upra, IV, 6.
13. L.A. Seneca, De clem, XIX
14. Polibio Megalopolitanus, Historia, XXXII, c. 8. Admirable es disponer de todo un reino y no desear nada de lo que en él se encuentra.
15. Polibio Megalopolitanus, Historia, XXXIV, c. 16
16. Diógenes, Laertius, Períandro.
17. Pens. Jasón.
18. Diógenes, Zenón de Elea.
19. L.A. Seneca, De ira., II, 23. Conocido es aquel que, sorprendido antes de haber consumado su obra y atormentado por Hippías para que delatase a sus cómplices, nombró los amigos del tirano, que estaban en derredor suyo, a los cuales el tirano mandó uno a uno a la muerte, preguntándole si quedaba alguno para nombrar… De esta manera el mismo tirano ayudaba al tiranicida hiriendo a sus defensores con su propia espada…
20. Diógenes, Laert. Thales.
21. L.A. Seneca, Epist. Moral. No importa que uno muera más tarde o más temprano, lo que importa es morir bien para evitar el peligro de vivir mal. Por esta razón creo afeminada la contestación de aquel rhodiano que encerrado en una fosa donde un tirano le hacía morir como bestia salvaje, respondió a uno que le aconsejaba dejar de comer: “¡El hombre, mientras vive, puede tener la esperanza!” ¡…aunque esto sea verdad, no vale la pena conservar la vida por cualquier precio!
22. M.T. Cicero, Lael, XII. “Mihi autem non minori curae est, qualis res publica post mortem meam futura, quam qualis hodie sit.”

miércoles, 14 de octubre de 2009

Autoritarismo Kirchnerista en Argentina

Otra vez, el lamentable atentado contra la cultura y la fe.
Fue realizado por integrantes de las columnas que se desconcentraron del acto realizado frente al congreso.
Intentaron violar la hornacina de la Virgen de La Rabida para robarla o destruirla, por suerte no pudieron cumlir su cometido.
La policia que depende del ministro del interior nada hizo para impedirlo.
Otra vez, como en los sucesos de 1955, el peronismo atenta contra la fe y la cultura.
No les alcanzó con la aprobación de la antidemocrácica y totalitaria ley de medios sino que, además, en un acto que repudiamos intentan violentar la fe y la cultura de la gran mayoría de los argentinos.
Atentado contra la imagen de la Virgen en la hornacina de la catedral de Buenos Aires

El viernes 9 de octubre por la noche o en el amanecer del sábado 10, (durante la desconcentración de manifestacion K en el congresopor la ley de medios) personas violentas han atentado contra la imagen de Nuestra Señora de la Rábida que se encuentra ubicada en una hornacina en el frente de la catedral de Buenos Aires, sobre Rivadavia casi esquina San Martín, según informó el rector, presbítero Jorge Junor.

“Gracias a Dios la imagen de madera policromada, que fue un obsequio de la Real Sociedad Colombina, el 3 de agosto de 1975, no ha sufrido mayores daños”, señaló el sacerdote y anunció que durante esta semana, hasta el viernes 16 inclusive, en todas las misas se harán actos de desagravio.

Juan Pablo II, en 1993, en ocasión de los 500 años de la evangelización de América, coronó la imagen original que se encuentra en el Monasterio de la Rábida (España) agradeciéndole por los cinco siglos de evangelización en un Nuevo Continente.

Para mayor información: (011) 4345-3369, 4331-2845 e info@catedralbuenosaires.org.ar.+

lunes, 12 de octubre de 2009

Pedido de Juicio Político para Cristina Kirchner

Ciudadanos en Democracia

Pedido de juicio político a Cristina Fernández de Kirchner por el Dr. Carlos E. Quirós
(el adjunto en la parte inferior de esta página contiene el texto con el pedido de juicio político aludido)

El 6 de julio, el abogado Carlos E. Quirós fue hasta el Congreso y, ante la sorpresa de los empleados, presentó en la mesa de entrada un pedido de juicio político contra la presidente Cristina Fernández de Kirchner por considerarla la máxima responsable de la manipulación de las cifras sobre las víctimas mortales por Gripe A y de actuar con negligencia en las medidas de prevención que tomó.

En su presentación, solicitó que la Cámara Baja citara a la ex ministra Graciela Ocaña a declarar. "Ha habido rumores que dicen que alertó a la Presidenta que había que suspender actos y las elecciones, tomar medidas extremas; si no se tomaron los resguardos, hubo una negligencia criminal que ocasionó muertos" detalló.

"Acá alguien tiene la responsabilidad política", dijo y agregó que detrás de todo anida una "intencionalidad política" que llevó al "vaciamiento de datos, a no haber suspendido elecciones y a no cumplir con protocolos correspondientes".

El letrado dijo que su solicitud nació como una forma de canalizar su "indignación ciudadana", y que confía en el "poder de las redes sociales" para instalar su denuncia.


Nota en Perfil

Nota en Critica Digital

El vocal de la Comisión de Juicio Político, Luciano Fabris, consideró que cuando ingresen los diputados electos podría abrirse un margen para ese tipo de propuestas.
Algunos dirán: “ Pero…el juicio? Solo por la gripe? "... recordemos que cierto mafioso de Chicago, EE.UU., luego de múltiples crímenes, resultó condenado y terminó su carrera por un delito fiscal.
En la planilla que estamos difundiendo para firmar, avalamos la presentación del Dr. Quirós referida a mal desempeño de las funciones de la Presidente de la Nación
Cristina Fernández de Kirchner

JUICIO_POLÍTICO - PRESENTACIÓN DE QUIRÓS

*** ¡PLANILLA PARA IMPRIMIR Y HACER FIRMAR! ***


(descargar el archivo adjunto desde aqui o de la parte inferior de esta entrada)

Juntemos Firmas , CADA UNO DE NOSOTROS, la mayor cantidad posible!!!

¡ LAS FIRMAS DE PUÑO Y LETRA EN PAPEL SON LO ÚNICO VÁLIDO LEGALMENTE PARA ESTE PROPÓSITO !
¡ EL VOTO ON-LINE NO LO ES !

Que lleguen desde todos los rincones de Argentina! a:

Casilla de Correo Nro. 7
CORREO ARGENTINO
Sucursal nº 5 Parque Centenario (1405)
C.A.B.A.


Casilla de Correo Nro. 9
CORREO ARGENTINO
Sucursal san isidro (1642)
Pcia. de Buenos Aires

Solicitamos una dirección de correo electrónico a quien envíe planillas (adjuntando un papel en el interior del sobre) con el fin de informarle que han sido recibidas

MENDOZA: planillas en Café Les Clowns - Galería Independencia (sugerimos seguir la iniciativa de los hermanos mendocinos de publicar al menos uno de los sitios de firmas)

Hay tiempo hasta mediados de NOVIEMBRE
¡ MUCHAS GRACIAS !
***** ¡ Vamos que juntos y unidos PODEMOS ! *****

Nos comenta una ciudadana: “Despotrico tanto que en la cola del súper me puse a hablar con una señora del tema y se anotó,
así que le tomé la dirección y el teléfono para que me ayude a recaudar firmas... todo suma" -----------> ÉSA ES LA ACTITUD

Otra: “Hoy fui a hacer un trámite al banco, había mucha gente en la sala de espera, y dos señoras de unos 82 años hablaban fuerte, y por eso me enteré que estaban enojadísimas con este desgobierno. Decían que no entendían por qué la gente está tan quieta.... Bueno, me dije: “ésta es la mía”, me acerqué y les comenté sobre nuestro trabajo, encantadísimas me dieron dirección y teléfono para que de alguna manera les acerque la/s planilla/s para hacerlas firmar entre su familiares y allegados. Cuando llegue el momento las iré a retirar” -----------> ÉSA ES LA ACTITUD

Y otra: “Una de las amigas de una de mis amigas más chicas ha impreso las planillas
y las tiene en su veterinaria... el que entra firma” -----------> ÉSA ES LA ACTITUD

Y otra: "Tengo un cyber. A quien le hago firmar se lleva una hoja para ayudar... y ME LA PIDEN, lo que es importante"
-----------> ÉSA ES LA ACTITUD

martes, 6 de octubre de 2009

¡¡REENVÍEN A TODOS SUS CONTACTOS POR FAVOR!!

Gracias en nombre de la familia..

Si alguien lo ve...

Remite Amalia Visconti

BUSCAMOS A DIEGO ALEJANDRO
PEREYRA de 5 años,

Por favor ayúdennos, nuestros teléfonos son:
46318296
46337557
1561958909
1532286962
1564957154

lunes, 5 de octubre de 2009

Contra la ley mordaza K Marcha al Congreso 18hs 6/10/2009


ARGENTINOS SIN MORDAZA

Martes 6 de Octubre, 18.00, en el Congreso Nacional

Frente a la amenaza a la libertad de expresión que constituye el proyecto de ley de Servicios de Audio Visuales de Comunicación impulsado por el matrimonio gobernante, un grupo de ciudadanos comprometidos con el país constituimos "Argentina sin Mordaza".

Entendemos que mediante este proyecto de ley se pretende censurar cualquier voz independiente que pueda denunciar la corrupción e ineficiencia de las administraciones de Cristina y Néstor Kirchner. El fin último es limitar cualquier expresión crítica que pueda opacar sus ambiciones de perpetuidad en el poder.

La ley de Radiodifusión es un eslabón más en la cadena con la que el matrimonio de gobierno quiere tener rehenes a todos los argentinos, a nuestra Constitución y a nuestra democracia. Porque quien ha ganado una elección presidencial no puede arrogarse el poder de oprimir al pueblo que lo ha votado, mucho menos luego de haber sido derrotado en las urnas, como lo fuera este gobierno en las recientes elecciones del 28 de junio.

Los argentinos sin mordaza apelamos a toda la ciudadanía para que el 6 de octubre en las principales plazas de la república se manifieste, sin odio, y recuerde a quienes ejercen el gobierno que solo son nuestros representantes, la soberanía aún le pertenece al pueblo. Un pueblo que quiere poder expresarse, un pueblo que quiere vivir en paz, que quiere poder disentir y opinar con libertad.

La imposición del silencio es el camino para asegurar un gobierno totalitario

Si estas harto de la soberbia, el odio, el resentimiento y la violencia

Si crees que tenemos que recuperar los valores de la constitución que hicieron grande nuestra tierra

Si querés poder disentir y opinar

Sacate la mordaza y vení

Canaliza tu bronca en energía creativa.

No solo es por vos, es por todos, es por tus hijos, es por tus padres, es porque querés un país donde se pueda hablar


10 razones para decirle NO! a la ley de medios K:

1) Limita la libertad de expresión, porque desincentiva el desarrollo de inversiones privadas en la industria de medios (Art. 21º, 22º, 39º, y 161º)

2) Fragmenta la comunicación audiovisual, porque impide la formación de cadenas privadas. (Art. 64º y 147º)

3) Interviene en los contenidos, porque revisarán la programación como requisito para habilitar licencias (Título III, Capítulo V, y Art. 34º)

4) No regula la pauta oficial, que hoy es dirigida por el Jefe de Gabinete.

5) Monopoliza los medios en el Gobierno, porque es el único actor que puede tener cadena nacional (Art. 62º, 63º, y 122º)

6) Desequilibra la libre competencia, porque los medios no serán rentables sin publicidad oficial (Art. 21º y 89º)

7) No es democrática, porque el Congreso no tendrá poder de decisión real en ningún organismo (Art. 14º y 47º)

8) Castiga a las voces críticas, porque crearán la figura del "censor" del Público, con legitimidad procesal pudiendo iniciar acciones legales contra periodistas y programas opositores. (Art. 19º)

9) Protege la corrupción, porque no considera el derecho al libre acceso a la información (Art. 3º)

10) Es un retroceso democrático, porque se remite a modelos regulatorios de la Dictadura (Art. 45º, 48º, y 64º)